En este mundo tan acelerado hay algo que muchos de nosotros, miembros de una sociedad tan materialista hemos perdido. Una gran cualidad, el hecho de ser caballerosos, abrirles la puerta a una persona que la necesita o simplemente que está frente a nosotros, ayudar a un anciano en la calle, decir un buenos días, preguntar un “¿como esta?” a alguien o decir un “por favor” o un “muchas gracias” etc.
En el diccionario de la Real Academia Española (RAE) define a un caballero como una persona que cabalga o va a caballo. Adicionalmente, también lo define como un hombre que pertenece a una orden de caballería y hay otros tantos relacionados a los caballos.
Sin embargo, como se pueden imaginar al hablar de “los caballeros” no me refiero a la relación entre una persona y el equino. Me refiero, al Caballero usando la palabra como un adjetivo calificativo, en el contexto de una persona caballerosa, que la define la RAE como Adj. propio de un caballero, por su gentileza, desprendimiento, cortesía, nobleza de ánimo u otras cualidades semejantes.
En este contexto creo que ser caballero también muchos lo pueden relacionar con el concepto de masculinidad. El porqué de esto es, según asumo, es por la relación de la palabra caballero representaba los títulos dados a algunos soldados en el pasado. Etimológicamente hablando, el uso de esta palabra proviene de las cualidades mostradas por nuestros ancestros que eran parte de la caballería, grupos armados que protegían a los reyes o la nobleza, una posición honorable en el reino.
Para convertirse en un caballero del reino una persona debía probar su valentía, su honor, lealtad y demás cualidades positivas deseadas por sus futuros empleadores. Además, quienes ostentaban el rango de caballeros, al estar interactuando con reyes o la nobleza debían saber cómo comportarse frente a ellos, debían respetar un código de conducta, ser cortés y estar atento a sus necesidades, ser serviciales o gentiles.
Pero en nuestros días ¿Qué significa ser un caballero?
Olvidándonos de la definición del diccionario creo que muchas de las cualidades exigidas a los caballeros de la orden en el pasado todavía subsisten en el comportamiento de algunos de nosotros.
En mi opinión un caballero es una persona respetuosa con todo el mundo, no solo con sus amigos o parientes si no con todos con quienes interactúa y que valora la integridad de las personas. Debido al respeto que tienen por sus semejantes raras veces se les escucha criticar a alguien, reírse de los sueños de alguien o de sus planes, es por eso que considero que además de ser respetuosos son honestos y abiertos. Personas para las cuales sus acciones valen más que sus palabras – no dicen lo que van a hacer si no que lo hacen – No son arrogantes – no andan pregonando que son buenos o hacen buenas acciones y son amables con todos.
Además, creo que el honor ha sido y es una característica importante de los caballeros, si prometen algo lo cumplen no importa si lo que han prometido sea bueno o malo. La lealtad a sí mismos y para con los demás, su valentía para enfrentar las consecuencias de sus acciones con entereza y asumiendo su responsabilidad hacen que la persona sea al menos un poco mejor que ayer y un poco peor que mañana. Considero que estos atributos provienen de las buenas costumbres que le inculcaron en la familia, en la escuela o ha desarrollado por sí mismos.
Con las nuevas tendencias en este mundo, el feminismo y la igualdad de género está cada día haciendo que la moral y las buenas costumbres se pierdan (cabe mencionar que no estoy en contra de la igualdad de género así que por favor no me fusilen) el deseo de ser iguales creo que ha interferido con el comportamiento de algunos miembros del género masculino y por eso han dejado de ser amables.
Para los hombres, debido que ahora ser amable ante las mujeres muchos lo consideran ser acciones que insultan la independencia, el valor y la integridad del género femenino, es por eso que creo los caballeros cada día están desapareciendo o al menos no están siendo valorados.
Entonces, en nuestros días significa que, ¿el ser caballero, es ser machista?
Creo que la respuesta a esa pregunta es un rotundo NO, incluso me atrevería a decir que ni siquiera sea un valor que se pueda tomar en cuenta al referirse a este tema ya que considero que el machismo y la caballerosidad son dos cosas completamente diferentes y tal vez, hasta cierto punto, opuestas. El machismo es el comportamiento ofensivo contra el género femenino, es la reacción primordial del ego, del macho alfa que desea procrearse y para ello usa la violencia para someter a la fémina, es el instinto animal que todavía vive en algunos de nosotros en nuestro cerebro primitivo.
Sin embargo debo comentar que no creo que todo sea culpa de el machista, pero, antes que comiencen a criticar esa frase déjenme explicarles a qué me refiero. En nuestra sociedad regida por el dinero, una sociedad consumista y competitiva que trata de acaparar la atención de las personas para ofrecer sus productos, utilizan tácticas mercadológicas que explotan el género femenino para atraer la atención de los hombres, y por ende, incrementar o fomentar las ventas de sus productos. Sexualizan los productos, explotan el género femenino con el fin de adquirir riqueza económica.
A diferencia de el macho, el caballero es amable con todos, no solo con las mujeres pero sus acciones en su mayoría van dirigidas a ellas. Sin embargo, los caballeros también son amables con los hombres, he visto hombres siendo “caballerosos” abriéndole la puerta a otra persona del mismo género.
Los caballeros son en su mayoría del género masculino, y eso creo es debido a su atracción por el género femenino y la necesidad de llamar su atención es que se convierten en el objeto de sus atenciones. Sin embargo, existen mujeres perciben esas acciones caballerosas como un insulto, contrarias a su integridad personal, pero ese es otro tema del cual hablaré en otra ocasión.
Caballerosidad
Pienso también que la caballerosidad no es de uso exclusivo del hombre, las mujeres también pueden ser amables con las demás personas, incluso, en el diccionario de la real academia cuando se define la palabra caballero separado por una coma están las letras “ra” que denota que también es la definición de caballera. Y en el mismo contexto de la caballerosidad, el género femenino también puede comportarse de la misma forma y eso no le quita nada, más bien enriquece a las personas que actúen de esa forma.
Una miembro del género femnino también puede ayudar a cruzar la calle a un adulto mayor, ella también tiene la capacidad de abrir la puerta a alguien y ser amable, también puede comportarse afablemente. Una mujer también puede ser caballerosa…
Anécdotas
En esta ocasión no tengo una anécdota en particular que me gustaría compartirles ya que siempre trato de actuar de esta forma.
Entre las tantas veces que lo he hecho hay una en particular que siempre la recuerdo, en realidad no estoy seguro del porque pero se quedó grabado en mi memoria. Tal vez fue que en esa ocasión fui consciente de que mis acciones ayudaron a alguien.
En esa ocasión yo iba a viajar en bus de una ciudad a otra, el escalón para subir al bus era bastante pronunciado. Al momento de subir me di cuenta que una señora bastante mayor, una anciana descendía con mucha dificultad. Quedo parada en el último escalón pensando cómo iba a hacer para terminar de descender, rápidamente decidí ofrecerle mi mano como apoyo. Al hacerlo, inmediatamente dirigió su vista a mi un poco sorprendida pero al ver mi mano y mi actitud, inmediatamente pude notar su agradecimiento por el gesto. Fue gratificante para mi el poder ayudar a alguien más y ofrecerle, aunque sea por un instante, un momento de alegría. Al despedirse y agradecer con palabras el gesto, pude notar además de gratitud, un brillo en sus ojos que no estaba antes.
Opinión
En ocasiones, para muchos este comportamiento mío les es agradable, para otros indiferente y para unos más es un insulto.
Pero el hecho de ser amable, tener empatía para con los demás, no significa que dejaré de hacerlo. Al fin y al cabo yo trato de ser caballeroso no solamente por ayudar a los demás, es también para sentir que con mis comportamientos y actitudes estoy haciendo de este mundo un mejor lugar para vivir. Y al hacerlo, me siento bien, incluso si muchos no lo valoran.