Esta es una frase que muchos de nosotros nos repetimos a nosotros mismos bastante seguido. en incontables ocasiones todos nosotros vemos al pasado y pensamos que hubiera pasado si hubiéramos tomado una decisión diferente ante un evento o situación.
Hemos dejado pasar oportunidades por miedos e inseguridades o las circunstancias del momento. Pensamos en todas las cosas que hubieran podido suceder en caso de tomar una decisión diferente. pero debemos recordar que todo está en nuestra mente, el hubiera pasado no existe a menos que exista en un mundo paralelo pero si así lo fuera no podemos acceder a él. Será nuestro yo en ese mundo quien estará viviendo esa línea de tiempo preguntandose que hubiera pasado si hubiera tomado la decisión que hemos tomado nosotros.
Nos reprochamos haber tomado lo que consideramos fue una decisión equivocada. Le damos vuelta al asunto fantaseando la vida de un yo imaginario diferente. Pensamos en todas las cosas positivas que hubieran podido suceder, sin embargo debemos recordar que también podrían haber sucedido cosas negativas. Toda decisión que tomamos tiene consecuencias y todas ellas pueden ser positivas o negativas.
Anécdota
Hace muchos años durante mis estudios, como nos sucede a algunos de nosotros en algún momento de nuestra vida, decidí escribir una historia. No recuerdo si la idea original fue basada en un sueño que tuve o qué, pero me nacieron las ganas de escribir. Durante mis ratos libres pedía permiso en el laboratorio de computación para dedicarle algo de tiempo a plasmar mis ideas en forma digital. En una ocasión estaba escribiendo cuando un grupo de compañeros llegaron y cuando me vieron sentado frente a la computadora se acercaron a saludarme.
Entre los que llegaron se encontraba mi mejor amigo. Cuando se acercó para saludarme se paró detrás mío y sin ni siquiera pedir permiso, se puso a leer lo que estaba escribiendo y llamó a los demás para que vieran lo que estaba haciendo. Claro, como era de esperarse al acercarse los demás pudieron darse cuenta el porqué les llamaban y comenzaron a hacer chiste y mofarse de lo que hacía. Obviamente que a mí no me cayó mucho en gracia sus actitudes, guardé mis documentos, apagué la computadora y salí del lugar sin decir una palabra. Lógicamente en ese momento a mis amigos les molesto mi actitud pero como me imagino podrán entender no tenía ganas de seguirlos escuchando. Les cuento esto debido a las consecuencias que causaron este simple hecho. Como se podrán imaginar debido a esto perdí la motivación de escribir, luego de ver las críticas de a quienes consideraba mis amigos, me vi frustrado y simplemente creo que no pude soportar la idea del rechazo.
Fue debido a mis inseguridades y miedos que mi obra maestra nunca existió… o existirá
Lo que aprendí de esas experiencia
Con el paso del tiempo he escuchado muchas historias similares, personas que luego de tener una experiencia de este tipo terminan destruyendo lo que acababan de crear. En mi caso solamente lo dejé olvidado en la esquina más remota del folder de mis documentos.
Hace algún tiempo mientras revisaba algunos de mis respaldos más antiguos encontré el documento en mención, obviamente comencé a leer lo que había escrito. En cierta forma me alegré no haber borrado los documentos debido al rechazo y críticas de los demás.
Al leerla de nuevo recordé cómo me sentí luego del rechazo y críticas de los demás. En esa época me encontraba muy motivado para escribir esa historia, soñaba con ser escritor pero un simple evento destruyó mis anhelos.
La otra cosa que sucedió fue el hecho que al leer esa historia trajo a mi gratos recuerdos de esos tiempos, los anhelos de esa época, los deseos de convertirme en escritor o por lo menos dejar algo que evidenciara mi paso por este mundo.
En relación a la historia en cuestión, aún ahora creo que la premisa no era completamente mala, el desarrollo si. Al ponerme a leer al ver que lo que había escrito, la redacción, el léxico, incluso la puntuación y gramática no era del todo aceptable. Bueno, en realidad y para serles sincero, estaba pésimamente escrita.
El hubiera no existe. Uno hace las cosas o no las hace, el hecho de ¿Que hubiera pasado si?… no existe y creo que uno no debe perder el tiempo dando vuelta a ese tipo de cosas. Dicho eso y viendo en retrospectiva los hechos y actitudes del momento no dejo de preguntarme, ¿qué habría pasado si hubiera escrito la historia?.
Al leer de nuevo la historia que había escrito creo que me ayudó en dos maneras, uno fue entender que esos hechos no hicieron que desapareciera completamente mis ganas de escribir y creo que esa es una de las razones por las cuales estoy compartiendo mis humildes opiniones con ustedes, y la otra fue el darme cuenta que si uno no hace las cosas, estas nunca van a pasar.
Por lo tanto, heme aquí arriesgándome de nuevo a hacer el ridículo.
Conclusion
¿Cuántas veces nos hemos martirizado con esa simple pero significativa pregunta?
Desgraciadamente ahora es demasiado tarde, el tiempo sigue su curso sin detenerse llevandose todo a su paso. Lo pasado es pasado y nunca más regresará.
Ahora… entonces, ¿todo es negativo? ¿deberíamos eliminar completamente esta pregunta de nuestras mentes?
Creo que no… Es gracias a nuestras experiencias que estamos donde estamos, el ¿qué hubiera pasado si… ? nos permite evaluar otros aspectos acerca de un evento o situación pasada, no para reprocharnos sino para aprender de nuestros errores y tratar de no volver a cometerlos.
Debemos entender que el pasado no existe y el único camino que podemos recorrer es el que tenemos frente a nosotros y disfrutar las cosas que tenemos por delante. No ganamos nada con soñar con lo que pudo ser. Lo único que podemos hacer es reflexionar y aprender las lecciones que nos dejan esos momentos para actuar de una forma más sabia cuando nos suceda una situación similar en el futuro.
A esto se le llama adquirir experiencia.