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Un Humano Perfecto

El humano perfecto no existe[punto y aparte]…fin del artículo.

Ya dejándonos de bromas [no pude contenerme] es cierto que el ser humano perfecto no existe. Pero el hecho de que muchos de nosotros, sino todos nosotros (me incluyo) buscamos la perfección es indudable. En mayor o menor medida, consciente o inconscientemente, cada uno de nosotros la buscamos día a día.

Pero antes que continuemos, veamos cómo definen los expertos que es ser “perfecto”

La Real Academia de la Lengua define “perfecto” de muchas formas, pero la que considero que se apega más a este artículo es: [algo] “Que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto”. Ejemplo: el perfecto idiota o un perfecto caballero.

En el contexto de la perfección humana, y su búsqueda infructuosa por la perfección, podemos mencionar algunas cosas que muchos deseamos o hemos deseado en algún momento de nuestras vidas. Cosas como el cuerpo perfecto, una relación perfecta, hogar perfecto, la familia perfecta etc… etc… etc… Aunque ya sabemos que la perfección no existe, les voy a contar un secreto del porque creo que no sucede. Muchas veces es porque no hacemos lo necesario para lograrlo, no existe la varita mágica para lograrlo. Yo soy un perfecto ejemplo de ello.

En el ámbito espiritual o personal ansiamos la perfección porque al convertirnos en un ser perfecto asumimos que nadie nos criticará o nos juzgará, que evitaremos hacer el ridículo. Pero en este caso, más que el anhelo de ser un ser perfecto como lo describe la definición, creo que al siquiera pensarlo estamos cometiendo un error garrafal, estamos siendo arrogantes, egocéntricos y egoístas.

A pesar que intelectualmente digamos que razonamos o “entendamos” que la perfección es inalcanzable, acariciamos la idea o al menos tenemos la esperanza, que por ínfima que sea la posibilidad, se puede lograr.Una de las razones por las cuales considero que sucede es porque, irónicamente, somos seres imperfectos e irracionales con comportamientos contradictorios.

Un ejemplo: Supongamos un ejemplo en particular: El científico que desea comprobar nuestra realidad (por el método científico utilizando modernas herramientas científicas como el teorema de Bayes). Algo como probar dios no existe. Su pensamiento lógico, matemático, “realista”, le hace ver la vida de una forma objetiva basada completamente en hechos comprobables y no en sentimientos, mitos o lo que puede considerar fantasías de la mente humana. 

A pesar de ello, cuando sucede algo súbito e inesperado, un accidente o algo similar a un familiar o amigo. Lo primero que hace el científico es dirigir sus plegarias a Dios buscando consuelo a sus angustias. Nuestra primera reacción en situaciones de ese tipo es buscar apoyo espiritual para superar el problema. Así que consciente o inconscientemente pensamos en una entidad superior que nos puede dar consuelo, que nos puede proveer de esperanza a nuestros corazones, para enfrentar nuestros miedos asegurándonos a nosotros mismos en ese momento que todo va a estar bien.  En otras palabras, es por eso que creo que los seres humanos somos complejos e irracionales.

Las dos caras del perfeccionismo

Como casi todas las cosas que existen en este mundo, el ying y el yang, lo blanco y lo negro, cielo y tierra, lo mejor y lo peor, etc. El perfeccionismo se puede tomar de dos formas, de forma positiva, como virtud o de forma negativa, como un defecto. El primero se puede considerar como un elemento que conduce a la excelencia. El segundo se puede decir que es algo que nos puede llevar al fracaso o frustración.

“Todo lo que hacemos en exceso en este mundo es dañino”

Primero, empecemos por lo negativo. Todo lo que hacemos en exceso en este mundo es dañino ya que llega a los extremos de convertirse en obsesión. El perfeccionista obsesivo se asigna a sí mismo estándares personales extremadamente altos y muy difíciles de cumplir que al no poder alcanzar las metas autoimpuestas genera estrés excesivo, frustración y fracaso. La persona se vuelve tan insistente en su comportamiento perfeccionista que llega al extremo de afectar su salud física o mental, cambios en su estado de ánimo, ansiedad y no sé qué tantas cosas más. La necesidad excesiva de control es uno de los elementos más visibles en este tipo de personas.

Ahora, el perfeccionismo también puede ser algo positivo, una persona consciente de su comportamiento y que logre imponerse a sí mismo metas realistas y alcanzables se convierte en una persona eficiente y eficaz. A pesar que esta persona se impone altas expectativas y busca la perfeccion sabe que en algún momento debe parar y ofrecer resultados sin juzgarse a sí mismo por los mismos cualquier éstos hayan sido.

Características

El perfeccionista obsesivo tiene algunas tendencias o comportamientos bien marcados y que fácilmente se pueden identificar. Algunas de ellas que podría mencionar, aunque no serían las únicas podrían ser:

Auto-imponerse metas inalcanzables con altas expectativas. No solamente por factores internos o personales, pueden existir “disparadores externos” ambiente, familia o amigos.

Una preocupación desmedida por el miedo de cometer errores. El miedo de fallar, el miedo a las críticas de los demás, el miedo a no encajar en el grupo. etc.

Una necesidad excesiva de controlar todo. Muchas veces creo que el objetivo principal es el evitar el dolor no importa si es físico o mental.

Una autocrítica y juicio sobre sí mismo.

Posibles Causas

¿Genética?… Bueno de esto no estoy seguro, pero creo que se debe mencionar, no sé si existirá una predisposición o tendencia genética a generar este tipo de comportamientos, aun así considero pertinente mencionarlo.

Evolución. En el transcurso de nuestra historia como ser humano este tipo de comportamientos son los que nos han ayudado a superar los obstáculos para avanzar nuestra civilización.

Otros elementos más puntuales de estos comportamientos considero son:

Niñez. Un ambiente familiar no deseable. Por ejemplo. He visto padres que son extremadamente exigentes con sus hijos, que les imponen altas expectativas. Les exigen buenos comportamientos, excelentes notas escolares y en ocasiones ejerciendo en el hogar castigos o reprimendas por no cumplirás. Estos comportamientos de los padres le “enseñan” al niño que los errores no serán tolerados y por ende el niño, con tal de cumplir las expectativas impuestas genera este tipo de comportamientos.

Bullying infantil o escolar. Si el afectado tiene una autoestima baja o es muy tímido puede llegar a ser víctima de bullying. Con el fin de evitar el abuso el afectado puede llegar a generar comportamientos de autocrítica excesivos con el objetivo de compensar sus carencias.

Compararse con los demás. Muchos de nosotros vemos en las demás personas elementos que admiramos o nos gustaría tener, esto puede generar un sentimiento de inferioridad que puede llevar a este tipo de comportamientos.

Estos son algunos de los que me vienen a la mente, imagino que clínicamente pueden haber muchos más. Pero serán los expertos y profesionales en el tema que pueden comentar al respecto.

Sin embargo no creo que seamos los perfectos culpables, creo que el perfeccionismo es algo positivo en la historia del ser humano. Ha sido al menos uno de los factores que, de una u otra forma, ha ayudado a la evolución del ser humano como lo conocemos ahora. Sin la voluntad de mejorar, de superarnos a nosotros mismos, de sobrepasar nuestros límites, de ser más perfectos no estaríamos donde estamos como humanidad.

Un ejemplo puntual y actual puede ser algo como: Imagínense que su jefe en el trabajo les asigne una actividad imposible de cumplir y al final, luego de mucho esfuerzo logren cumplirlo y tener éxito en la tarea asignada. Lo que sucede a continuación es que esta actividad, o actividades, que antes eran imposibles de lograr se convierten en parte de su trabajo. Es por eso que algunos nos podemos volver mediocres y apáticos, pero esa es historia para otro día, mejor no sigo.

Superarlo

Continuemos… En mi caso, enfatizo este punto en mi caso, puedo decir que; viendo en retrospectiva, siempre he sido un perfeccionista (en cierto sentido). En mi trabajo siempre he tratado de prever todo tipo de elementos que pueden fallar o causar algún problema, de controlar todos los factores y variables que puedan fallar. Que aun así, en muchas ocasiones, gracias a Murphy y sus postulados, muchas veces terminan saliendo mal.

En incontables ocasiones me he llevado trabajo a la casa y no me refiero físicamente, sino que los problemas del trabajo se van en mi mente, me quitan mi tranquilidad y hasta me quitan el sueño. Me he despertado a media noche con la solución y me he levantado inmediatamente a escribir como resolverlo y  luego de esto, ya no puedo conciliar el sueño dándole vueltas al asunto.

Aunque intelectualmente, llego a razonar que que al buscar la perfección estoy cometiendo un error y que que no existe y más aún, entiendo con mi mente lógica que nunca podré alcanzarla en ninguno de los ámbitos de mi vida, sigo tercamente intentando encontrarla.

Ahora… En este mundo, todo cambia y como reza una frase que usualmente se le atribuye a un prominente físico teórico de la historia, lo único que no cambia, es el cambio. Es por eso que he intentado cambiar y en cierta medida creo que lo he logrado. 

Hoy en día, lo que ha cambiado en mi, comparado a algunos años atrás es que, ahora no estoy tan obsesionado con el perfeccionismo. Considero que uno de los factores que influyó para tener este tipo de cambios es que, he llegado a aceptar que durante mi vida siempre he tratado de cumplir las expectativas impuestas por los demás, especialmente en mi familia. Pero con el transcurrir de los años y darme cuenta que nunca llegaré a cumplir las expectativas de todo el mundo me ha enseñado a cambiar ciertas conductas o actitudes al respecto. Me ha obligado a evolucionar, a superarme y liberarme de esas cadenas autoimpuestas que limitan mi crecimiento personal.  

Una de las cosas que me ha ayudado es el haber llegado a entender que los demás no necesariamente tienen la razón, que yo también tengo el derecho de fallar, de tener cierto nivel de egoísmo que considero que tenerlo sin llevarlo al exceso es saludable. Todo esto me ha convertido en una persona más abierta y segura de mi misma.

El simple hecho de cambiar mi perspectiva y dejar de juzgarme a mí mismo tan duramente me ha ayudado mucho. La introspección, el diálogo conmigo mismo, tratar de eliminar pensamientos catastróficos que lo único que hacen es volverme ansioso, 

“Al final soy un ser humano y por ende soy imperfecto y algo (o alguien) imperfecto nunca podrá crear algo perfecto. 

Este blog creo que es uno de los frutos de mi cambio de actitud. Debo decir que siempre he estado procrastinando publicarlo, más que todo por miedo, ¿A qué?… No sé. Pero me he obligado a empezar. Al fin y al cabo, lo único malo que puede suceder es que nadie lo lea o a nadie le interese, pero eso no evitará que lo intente. Y si en algún momento estas humildes palabras ayudan a alguien, bueno, ni cosa mejor, es algo que me alegraría mucho.

Debo comentar también que no todo ha sido color de rosas, todavía tengo este tipo de comportamientos, pero no son tan marcados como antes. Incluso hoy en día, por ejemplo, cuando escribo siempre trato de buscar la palabra perfecta para la oración, en ocasiones paro de escribir solo para pensar que palabra puedo poner seguidamente y con ello pierdo el tiempo e incluso a veces la inspiración. Pero ya he identificado estas actitudes y definitivamente espero mejorar.

Conclusión

Creo que uno de los talentos más importantes del ser humano es la capacidad de cambiar, de evolucionar, de mejorar. Incluso pienso que es pertinente mencionar la frase de Mr. Charles Darwin. No es el más fuerte el que sobrevive, ni el más inteligente si no el que mejor se adapta al cambio. Capacidad que asumo con las que todos y cada uno de nosotros contamos.

Considero que el perfeccionismo no es lo mismo que el tratar de ser mejor cada día, aunque pueden estar íntimamente relacionados. Lo primero es un acto de arrogancia (el perfeccionismo llevado al extremo). No es nada más que el ego ejerciendo su función, de sobresalir, de ser único, de ser perfecto.

La segunda es más bien una actitud de superación, que, aunque nunca llegaremos a obtener la perfección siempre podremos mejorar en todos los elementos que componen nuestra vida.

Gracias

Mr. Akashico

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