En nuestros días en todos lados se habla acerca de la inteligencia, en la escuela, que inteligentes es el niño o la niña, sacó buenas notas en el colegio o la universidad, que inteligente es, logró resolver un problema en su trabajo, es que el es muy inteligente porque pinta bonito, o baila o toca un instrumento musical etc… te has dado cuenta que inteligente es… y siguen y siguen los comentarios de este tipo.
Pero ¿Qué es la inteligencia?
Según Wikipedia La inteligencia es la capacidad de lógica, comprensión, autoconciencia, aprendizaje, conocimiento emocional, razonamiento, planificación, creatividad, pensamiento crítico y resolución de problemas. En términos más generales, se puede describir como la capacidad de percibir o inferir información, y retenerla como conocimiento para aplicarlo a comportamientos adaptativos dentro de un entorno o contexto.
Entonces, pongamos todo en contexto… Entonces, ¿la inteligencia es la capacidad de aprender? Y ¿qué sucede cuando se le dice inteligente a una persona que pinta maravillosamente, o baila, o practica una forma de arte?, ?es inteligente porque aprendió algo nuevo?.
¿Qué sucede entonces con una persona que no tiene una predisposición alta genética para aprender (si eso fuera cierto) y no sea muy inteligente y logró aprender un arte, o es un excelente alumno debido a su tenacidad de lograr su objetivo o su dedicación? ¿Acaso la dedicación por aprender algo no cuenta?, dónde queda todo el esfuerzo que esa persona ha puesto para lograr sus objetivos en fin… ¿Qué hace a una persona inteligente? ¿Se nace inteligente o la inteligencia se puede aprender o desarrollar?
Creo que son preguntas que todos nos hacemos o nos hemos hecho en algún momento de nuestras vidas.
La inteligencia es una de las cualidades más valoradas por la sociedad actual, usamos este atributo para para catalogar, para clasificar al ser humano otorgándole propiedades únicas que establecen su valor ante la sociedad. A lo largo de la historia los psicólogos, los filósofos y eruditos se han interesado por explicar este concepto. Y en esta época no es diferente, ahora se habla de varios tipos de inteligencia como la inteligencia lógico-matemático, la inteligencia emocional, no digamos la inteligencia creativa, la inteligencia existencial y hasta la inteligencia artificial. Seguimos agregando la palabra inteligencia a tantas cosas que cada día nos confundimos más.
Se han hecho muchos estudios científicos, no científicos, pseudo científicos y tal vez hasta metafísicos del tema. Se han escrito innumerables artículos más, basados en esos estudios, existen incontables métodos para medir la “inteligencia”. pero seguimos en los mismo, todavía no podemos responder una pregunta “tan sencilla” como ¿Qué es la inteligencia?,
“creo que cada uno de nosotros desarrollamos nuestro propio concepto o percepción del tema, basados en nuestra experiencia y nuestros prejuicios.”
En vez de ponerme a cantinflear, a filosofar y llenar de palabras vanas este artículo creo que mejor les contaré una anécdota para ilustrar mi forma de pensar.
Anecdota
Durante mis estudios conocí una persona que eventualmente se convertiría en un amigo muy cercano, estudiabamos juntos y nos ayudabamos mutuamente. Sus habilidades lógico-matemático no eran muy buenas y se le hacía bastante difícil aprender temas relacionados a la matemática, su capacidad de memorización que aunque no eran malas tampoco eran su mejor cualidad, en fin, un estudiante promedio.. Era de una familia con pocos recursos económicos pero estudiaba porque quería salir adelante y sus padres le apoyaban.
En una ocasión me comentó que necesitaba ropa, debido a sus escasos recursos decidió ir a comprarla a un lugar que era más barato pero se encontraba en una zona de la ciudad que no era muy bien vista o mejor dicho, era vista como una zona muy peligrosa.
Cuando regresó por la tarde, un conocido mutuo le preguntó que dónde los había comprado esos porque le gustaban y hacía unos días quería comprarse algo. Mi amigo, al ver la oportunidad de adquirir recursos adicionales que a todos nos hace falta, le respondió que en vez de decirle dónde dónde los había comprado y para ayudarle a no perder tiempo, estaba dispuesto a venderselos en ese momento ya que a él no le importaría ir a comprar otros el día siguiente. Claro, mi amigo le dio un precio superior al que le había costado a él.
La persona que originalmente le compró la ropa comenzó a hablar de lo barato que le habían vendido, quien se lo había vendido y que a pesar de ser “bastante baratos” eran de buena calidad.
Al poco tiempo me di cuenta que mi amigo en cuestión había empezado a vender varias cosas, comenzó vendiendo pantalones, luego vendía camisas y con el tiempo hasta comenzó a vender ropa de mujer. Con el paso de los años perdimos contacto ya que al finalizar nuestros estudios nos mudamos a ciudades diferentes.
Años después, en una ocasión yo necesitaba comprar uniformes para personal de una empresa pero ese tipo de ropa no se podía encontrar localmente. Como es de esperar, la que no existía ese tipo de industria localmente quienes necesitaban este tipo de artículos viajaban a otra ciudad. Así que así que decidí viajar a otra ciudad cercana. Unos amigos me recomendaron visitar varios lugares en los que podía cotizar que eran de muy buena calidad y con precios justos.
Fui y visité varias empresas, una de ellas resultó ser una sucursal y los empleados me recomendaron visitar las oficinas principales que estaban en otra región de la misma ciudad. Con las instrucciones de los representantes de ventas en mano me dirigí al lugar, cuando llegué pude notar que eran un edificio recién construido de tres plantas.
La puerta estaba abierta, decidí entrar ya que era el lugar correcto al que me habían enviado.. Sin embargo, cuando entre, me di cuenta que el edificio todavía estaba en construcción y no había nadie en la recepción. A la derecha de la recepción había unas gradas a la segunda planta. Justamente en ese momento pude notar a una persona bajando las gradas porque aparentemente había escuchado la puerta. Para mi sorpresa el que desciendia era el amigo, que les comente en la primera parte de esta historia. Mi amigo, el vendedor de pantalones que no había visto hace ya varios años.
Fue una grata sorpresa para ambos y me invitó a sus oficinas, compartimos historias y experiencias y nos “pusimos al día” acompañados de un café. Allí pude saber que actualmente estaba terminando de construir el nuevo edificio que funcionará como una planta de producción y oficinas principales. Para finalizar me ofreció dar un tour por el nuevo edificio de su empresa.
Mi amigo se había convertido en un empresario de ropa, hacía ropa como contratista de otras empresas, hacia uniformes con logotipos bordados para empresas nacionales e internacionales, en resumen era un empresario exitoso y debo decir que fue algo que me llenó de mucha alegría.
Muchos supongo que dirán que el éxito de él se debía porque era muy inteligente.
Basados en esta anécdota me pregunto: ¿Era mi amigo inteligente, o mejor dicho es inteligente? Si era así ¿Por qué, según las normas académicas era “un alumno promedio” logró convertirse en un empresario exitoso?.
¿Inteligencia?
En mi opinión personal, yo creo más bien que la inteligencia como tal, no se puede definir como una serie de habilidades que valoren las capacidades del ser humano, ya que solamente es una de las tantas características de la persona, es una fracción que compone su ser.
La inteligencia es tan solo un rasgo de su personalidad, es más un concepto, una percepción abstracta contrario a una característica humana que se pueda medir adecuadamente. Es una ilusión, una idea, una concepción propia del pensamiento humano y su necesidad de medir y explicar todo lo que se encuentra a nuestro alrededor, con una limitante lógica y nuestros propios prejuicios.
Pero ¿Por qué creo que la inteligencia está sobrevalorada?
Sinceramente creo que el hecho de valorar a las personas como inteligentes es absurdo,, al hacerlo estaríamos valorando solamente una parte de su ser y no le estaríamos aceptandolo como es. Creo que en realidad estaríamos pecando de arrogantes, sería perverso el tratar de encasillar a las personas en una forma tan estrecha de visión.
Todos somos diferentes, todos tenemos talentos y habilidades innatas que nos hacen únicos, si no ¿Cómo podríamos explicar al niño que no puede aprobar un examen de matemáticas pero, luego que escuche tan solo una vez una canción puede ejecutarla en un instrumento musical?. ¿Por qué vemos en repetidas ocasiones individuos que son “alumnos promedio” o incluso “malos alumnos” en las escuelas y sin embargo en la vida resultan exitosos?, ¿Por qué vemos personas que son excelentes alumnos durante sus estudios, y cuando los terminan llegan a sus nuevos trabajos y les cuesta adaptarse o desempeñarse adecuadamente?
No podemos catalogar, encasillar o dar una sola calificación a todas las personas asignándoles una serie de mediciones que dicten las normas sociales.
Simplemente cada uno de nosotros somos únicos, somos diferentes… Somos personas.
Gracias
Mr Akashico